Los parámetros indicadores de la calidad del agua sirven para evaluar la calidad del agua, además de proporcionar una información crucial sobre su pureza, seguridad y su aptitud para los distintos usos que puede tener. Estos parámetros resultan fundamentales para determinar tanto la idoneidad del agua para el consumo humano, como para diversas actividades industriales, recreativas y para la conservación del ecosistema acuático.
Los parámetros más relevantes son:
- Parámetros físicos:
- Color y turbidez: Sirven para indicar la presencia tanto de partículas en suspensión como materiales disueltos que se pueden encontrar en él.
- Temperatura: Pudiendo llegar a afectar a la vida acuática como a la capacidad del agua para retener el oxígeno.
- Conductividad eléctrica: Permite reflejar la cantidad de sales disueltas en el agua.
- Parámetros químicos:
- pH: Mide tanto la acidez como la alcalinidad del agua. Aquellos valores que se encuentren fuera del rango óptimo pueden afectar a los organismos acuáticos y a los procesos químicos.
- Dureza: Nos indica la cantidad de calcio y magnesio que hay en el agua.
- Contaminantes inorgánicos: Tales como metales pesados, nitratos, fosfatos, cloro y otros elementos químicos que sean perjudiciales.
- Contaminantes orgánicos: Compuestos tales como pesticidas, herbicidas, productos farmacéuticos y sustancias químicas industriales.
- Parámetros biológicos:
- Contaminación bacteriana: Podemos encontrar bacterias como la Escherichia Coli, o coliformes fecales, ambos indican la presencia de contaminación fecal, así como posibles riesgos para la salud humana.
- Presencia de microorganismos patógenos: Tales como protozoos, virus y otros microorganismos que pueden acabar ocasionando enfermedades que se pueden transmitir por el agua.
- Parámetros radiológicos:
- Radionucleidos: Son elementos radioactivos como el uranio, radón y radio, que se pueden encontrar presentes en algunas fuentes de agua.

¿Qué se entiende por “calidad del agua”?
Con calidad de agua nos referimos a la condición física, química y biológica que posee el agua en relación con los estándares establecidos y su adecuación para satisfacer diversos propósitos. Se trata de un término que abarca la idoneidad del agua tanto para un consumo humano, como para un uso industrial, riego y para la recreación y conservación del medio ambiente acuático.
Una buena calidad del agua implica cumplir con todos los requisitos tanto sanitarios como ambientales, además de ser segura y beneficiosa para la salud pública y los ecosistemas. Para evaluar la calidad del agua es necesario que se analicen y midan tanto sus componentes como los parámetros indicadores de la calidad del agua mencionados en el apartado anterior.

Los organismos reguladores establecen normas y directrices con la intención de guiar estas evaluaciones y así garantizar que el agua cumpla con los estándares de calidad definidos. La finalidad de esto, es asegurar que el agua sea una fuente segura, accesible y sostenible para las presentes y futuras generaciones, promoviendo de esta manera la salud pública y la preservación de los ecosistemas acuáticos. Concienciar sobre la calidad del agua resulta esencial para una gestión adecuada.