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La Economía Circular y el Agua del Grifo: Un Enfoque Sostenible para Abordar la Contaminación de Botellas de Plástico.

En este artículo hablamos:

La economía circular es un concepto fundamental para lograr la sostenibilidad y mitigar los desafíos ambientales. En su esencia, la economía circular tiene como objetivo minimizar los residuos, preservar los recursos y crear un sistema regenerativo. Uno de los problemas ambientales más urgentes que enfrentamos hoy en día es la contaminación por plásticos, que tiene efectos perjudiciales en los ecosistemas, la vida silvestre y la salud humana. Las botellas de plástico, en particular, contribuyen significativamente a este problema debido a su uso generalizado y su disposición inadecuada. En esta publicación de blog, nos adentraremos en el tema de la contaminación por botellas de plástico en el contexto de la economía circular y como usar el consumo de el agua del grifo para mejorar esto. Al explorar soluciones innovadoras e iniciativas exitosas, nuestro objetivo es arrojar luz sobre cómo adoptar los principios de la economía circular puede allanar el camino hacia un futuro más sostenible.

Contaminación por Plástico: Comprendiendo el Problema

Las botellas de plástico se han convertido en un símbolo de la crisis mundial de contaminación por plásticos. Para comprender la gravedad del problema, es crucial examinar el ciclo de vida de las botellas de plástico, desde su producción hasta su disposición final.

El ciclo de vida comienza con la extracción y procesamiento de combustibles fósiles, como el petróleo crudo, para crear la materia prima de la producción de plástico. Los materiales extraídos se convierten en resina de plástico, que posteriormente se moldea en botellas a través de procesos de fabricación. Después de ser consumidas, estas botellas a menudo terminan en vertederos, incineradoras o como basura en el medio ambiente. Lamentablemente, la disposición de las botellas de plástico plantea desafíos y consecuencias significativas.

Las estadísticas en torno a la contaminación por plásticos son alarmantes. Cada año, se producen y descartan miles de millones de botellas de plástico en todo el mundo. De hecho, se estima que más de 14 millones de toneladas de plástico ingresan a nuestros océanos anualmente, lo que equivale a verter un camión de basura lleno de plástico en el mar cada minuto. Esta acumulación persistente de desechos plásticos amenaza la vida marina, perturba los ecosistemas y contribuye a la formación de vastas áreas de basura oceánicas.

Consecuencias de la Contaminación por Plásticos

Las consecuencias ambientales de la contaminación por botellas de plástico son de gran alcance. Las botellas de plástico pueden tardar cientos de años en descomponerse, persistiendo en el medio ambiente mucho después de su uso previsto. A medida que se descomponen, liberan microplásticos dañinos que contaminan el suelo, el agua y el aire. Estos microplásticos no solo amenazan la vida silvestre a través de la ingestión y el enredo, sino que también representan riesgos para la salud humana a medida que ingresan a la cadena alimentaria.

La gestión efectiva de los desechos de botellas de plástico es un desafío complejo. La naturaleza liviana y ubicua de estas botellas agrava el problema. La falta de infraestructura de reciclaje adecuada y la falta de conciencia por parte de los consumidores hacen que una parte sustancial de las botellas de plástico terminan en vertederos o como basura. Además, prácticas inadecuadas de disposición y sistemas de recolección ineficientes en algunas regiones obstaculizan aún más la gestión adecuada de los desechos.

Además, la naturaleza lineal de nuestros patrones de consumo actuales, conocido como el modelo “tomar-hacer-desechar”, agrava los desafíos asociados con la gestión de desechos de botellas de plástico. El modelo lineal promueve un flujo unidireccional de recursos, donde los artículos se descartan después de su uso en lugar de ser recuperados o reutilizados. Este enfoque lineal contribuye al agotamiento de los recursos naturales y la acumulación de residuos.

Abrazar la Economía Circular

Abordar el desafío de los desechos de botellas de plástico requiere un cambio hacia una economía circular. La economía circular tiene como objetivo separar el crecimiento económico del consumo de recursos, promoviendo los principios de reducir, reutilizar y reciclar. En una economía circular, los productos no tienen una vida útil de un solo uso. Los productos que dependen del plástico PET u otros compuestos de un solo uso deben ser eliminados o reducidos al mínimo posible. Los plásticos que se produzcan deben ser fácilmente reciclables.

Al abrazar la economía circular, podemos enfocarnos en reducir la producción de botellas de plástico, minimizando así la demanda de materiales vírgenes. En lugar de depender únicamente del reciclaje, podemos optar por utilizar productos reutilizables que tengan una vida útil más larga y un impacto ambiental limitado. Este enfoque presenta soluciones prometedoras para combatir la contaminación por botellas de plástico y fomentar un futuro más sostenible. Al cambiar nuestro énfasis hacia la reducción de la producción de plástico y explorar alternativas viables, podemos liberarnos del modelo lineal “tomar-hacer-desechar” y abrir el camino hacia una economía circular que priorice la eficiencia de recursos y el bienestar ambiental.

En la próxima sección, exploraremos diversas estrategias e iniciativas que promueven la economía circular para las botellas de plástico, desde la reducción del consumo hasta la mejora de la infraestructura de reciclaje y el fomento de la innovación. Mediante la implementación de estas estrategias, podemos acercarnos a un mundo donde las botellas de plástico ya no se vean como desechos, sino como recursos valiosos en un sistema circular que prioriza la sostenibilidad y el bienestar ambiental.

El Enfoque de la Economía Circular

La economía circular es un marco sostenible que busca redefinir nuestra aproximación a la producción, consumo y gestión de residuos. En su esencia, la economía circular se esfuerza por minimizar el desperdicio y maximizar el valor obtenido de los recursos mediante la creación de un sistema de circuito cerrado. Esto significa alejarse del modelo lineal tradicional de “tomar-hacer-desechar” y avanzar hacia un sistema circular que priorice la eficiencia de recursos, la longevidad y la regeneración.

Aplicar los principios de la economía circular a las botellas de plástico ofrece una solución prometedora para abordar el problema generalizado de la contaminación por plástico. Al reimaginar todo el ciclo de vida de las botellas de plástico, desde la producción hasta el final de su vida útil, podemos optimizar el uso de recursos y minimizar el impacto ambiental. Esto implica incorporar tres principios clave: eliminar los desechos y la contaminación, circular los productos y materiales, y regenerar la naturaleza.

Eliminación de Desechos y Contaminación

El primer principio, eliminación de desechos y contaminación, se centra en minimizar la producción y el consumo de productos de un solo uso, como las botellas de agua de plástico. Esto se puede lograr a través de diversas estrategias, como fomentar el uso de materiales de embalaje alternativos, promover botellas reutilizables y abogar por un comportamiento responsable del consumidor. Este enfoque no solo reduce el consumo de recursos naturales, sino que también mitiga los impactos ambientales negativos, como las emisiones de gases de efecto invernadero y la degradación de los ecosistemas, asociados con la producción y disposición de botellas de plástico.

Circulación de Productos

El segundo principio, circulación de productos y materiales, enfatiza la importancia de alargar la vida útil de los productos tradicionales. En lugar de ser utilizadas una vez y desecharse, las botellas de plástico pueden diseñarse para ser duraderas y reutilizables. Esto se puede facilitar a través de iniciativas como sistemas de depósito y devolución de botellas, donde las botellas se recogen, limpian y vuelven a llenar para un uso continuado. Fomentar la reutilización de botellas de plástico no solo reduce los desechos, sino que también minimiza la necesidad de producir nuevas botellas, conservando así recursos y energía.

Dentro de un marco de economía circular, la circulación de productos implica prácticas como la renovación, remanufactura y el intercambio. La renovación y reparación de productos aseguran que se mantengan funcionales y puedan ser utilizados durante un período prolongado. La remanufactura implica desmontar productos, reemplazar componentes desgastados y volver a ensamblarlos en versiones nuevas o mejoradas. Los modelos de intercambio, como el alquiler o las plataformas de intercambio de productos, permiten que varios usuarios accedan y utilicen un solo producto.

Los beneficios de la circulación de productos dentro de una economía circular son numerosos. Reduce la demanda de nuevos recursos y disminuye el impacto ambiental asociado con la extracción, fabricación y disposición. La circulación de productos también promueve la eficiencia de recursos y ahorros económicos al maximizar el valor obtenido de los materiales existentes y reducir la necesidad de producción continua. Además, fomenta modelos de negocio innovadores y fomenta la colaboración entre fabricantes, consumidores y proveedores de servicios.

Regenerar la Naturaleza

El tercer principio, regenerar la naturaleza, se centra en el concepto de regenerar la naturaleza dentro de una economía circular e implica la restauración y preservación de los recursos naturales y los ecosistemas. Va más allá del enfoque tradicional de minimizar el daño y se enfoca en reponer y rejuvenecer activamente el medio ambiente. Este principio reconoce que nuestros sistemas naturales están interconectados e interdependientes, y al nutrir y regenerarlos, podemos garantizar su salud y resiliencia a largo plazo.

Dentro de un marco de economía circular, regenerar la naturaleza implica prácticas como la reforestación, la restauración de hábitats y la promoción de la biodiversidad. Enfatiza la importancia de diseñar sistemas de producción y consumo que funcionen en armonía con la naturaleza, minimizando los impactos negativos y maximizando las contribuciones positivas. Regenerar la naturaleza en una economía circular también implica considerar todo el ciclo de vida de los productos y materiales. Incluye el diseño de productos que sean biodegradables, compostables o fácilmente reciclables, asegurando que puedan ser reintegrados al medio ambiente natural sin causar daño. Además, enfatiza la importancia de obtener materias primas de forma sostenible y de gestionar de manera responsable los residuos para prevenir la contaminación y proteger los ecosistemas.

Los beneficios de regenerar la naturaleza en una economía circular son múltiples. Permite la reposición de los recursos naturales, ayuda a mitigar los impactos del cambio climático y respalda el bienestar a largo plazo de los ecosistemas y la biodiversidad.

Los beneficios de una economía circular

Adoptar un enfoque de economía circular para abordar la contaminación por plásticos ofrece numerosos beneficios. En primer lugar, reduce el impacto ambiental de la producción de botellas de plástico, ya que requiere menos materias primas y energía. Esto, a su vez, ayuda a conservar los recursos naturales y mitigar el cambio climático. En segundo lugar, el fomento de la circularidad promueve la creación de empleo y el crecimiento económico a través del desarrollo de nuevos modelos de negocio. En tercer lugar, promueve ahorros económicos a largo plazo para las empresas y la sociedad al minimizar la generación de residuos y reducir la dependencia de materias primas costosas.

Además, el enfoque de la economía circular fomenta la colaboración entre diversos actores. Requiere la participación activa de los responsables de políticas, las empresas, los consumidores y los sistemas de gestión de residuos. Trabajando juntos, estos actores pueden impulsar la transición hacia un sistema circular, permitiendo la implementación de regulaciones efectivas, la inversión en infraestructura sostenible y la promoción de patrones de consumo sostenible.

Iniciativas exitosas

La implementación de los principios de la economía circular ha demostrado ser exitosa en varios países y ciudades de todo el mundo. Estos ejemplos prácticos muestran los resultados positivos en términos ambientales y económicos logrados a través de la adopción de prácticas de economía circular. Examinar estos casos de estudio proporciona ideas valiosas y lecciones aprendidas para una mayor implementación.

Los Países Bajos

Los esfuerzos de los Países Bajos en economía circular no solo han contribuido a beneficios ambientales, como la reducción de las emisiones de carbono y una mayor eficiencia en el uso de recursos, sino que también han generado oportunidades económicas. Han surgido negocios circulares, creando nuevos empleos y estimulando el crecimiento económico en sectores como el reciclaje, la remanufactura y la reparación. La experiencia neerlandesa destaca la importancia de un fuerte apoyo gubernamental, la colaboración entre los actores involucrados y el pensamiento innovador para implementar con éxito los principios de la economía circular.

Los Países Bajos son ampliamente reconocidos como líderes en la economía circular y tienen como objetivo lograr una economía doméstica totalmente circular para 2050. A través de iniciativas como el “Programa de Economía Circular”, el país ha logrado avances significativos en la transición hacia un modelo más sostenible. El enfoque neerlandés se centra en cerrar los ciclos de materiales, prolongar la vida útil de los productos y promover modelos de negocio circulares. Esto ha dado lugar a un aumento en las tasas de reciclaje, una reducción en la generación de residuos y el desarrollo de soluciones innovadoras para la recuperación de recursos.

San Francisco

San Francisco se ha convertido en una ciudad líder en los Estados Unidos en cuanto a iniciativas de economía circular. El compromiso de la ciudad con la reducción de residuos y el reciclaje se refleja en su ambicioso programa de “Residuos Cero”. A través de programas integrales de reciclaje y compostaje, San Francisco ha logrado altas tasas de desviación de residuos, reduciendo significativamente la cantidad de residuos enviados a los vertederos. El enfoque de la ciudad incluye la separación en la fuente, una infraestructura sólida de reciclaje y campañas educativas para promover una gestión responsable de residuos.

El éxito de las iniciativas de economía circular en San Francisco se atribuye a una combinación de implementación efectiva de políticas, una sólida participación comunitaria e inversión en infraestructura. Al desviar los residuos de los vertederos y promover la reutilización de materiales, la ciudad no solo ha reducido el impacto ambiental, sino que también ha creado oportunidades económicas. El desarrollo de infraestructura de reciclaje y reutilización ha generado empleos y fomentado el espíritu empresarial local.

Dinamarca

Dinamarca es conocida por sus iniciativas integrales y ambiciosas de economía circular. El país ha adoptado un enfoque proactivo para la gestión de residuos y la conservación de recursos. El Plan de Acción de Residuos de Dinamarca enfatiza la prevención de residuos, el reciclaje y la recuperación de recursos como pilares fundamentales de la economía circular. A través de la implementación de sistemas avanzados de gestión de residuos, Dinamarca ha logrado altos niveles de desviación de residuos y eficiencia de recursos. El país ha invertido en infraestructura para el reciclaje y la recuperación de energía, lo que ha permitido la conversión de residuos en recursos valiosos.

Los esfuerzos de Dinamarca en economía circular han llevado a una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la preservación de los recursos naturales y la creación de empleo en los sectores de reciclaje y gestión de residuos. La experiencia danesa demuestra la importancia de una planificación a largo plazo, coherencia de políticas e inversión en tecnologías sostenibles para una exitosa implementación de la economía circular.

Yokohama, Japón

Yokohama, la segunda ciudad más grande de Japón, ha estado a la vanguardia en la implementación de prácticas de economía circular. La ciudad ha desarrollado una estrategia integral llamada “Proyecto Yokohama Smart City”, que tiene como objetivo crear un entorno urbano sostenible y resistente. Este proyecto incluye iniciativas como la reducción de residuos, el reciclaje y la promoción de fuentes de energía renovable. Yokohama ha establecido sistemas de gestión de residuos que fomentan la separación en la fuente y el reciclaje eficiente.

La ciudad también promueve el eco-diseño y apoya a las empresas que se centran en principios circulares. A través de estos esfuerzos, Yokohama ha logrado una reducción significativa de residuos y eficiencia de recursos. El enfoque de la economía circular no solo ha reducido los impactos ambientales, sino que también ha contribuido al crecimiento económico mediante el desarrollo de negocios circulares y la atracción de inversiones en tecnologías sostenibles.

Estos estudios de caso destacan los resultados positivos de las iniciativas de economía circular. Los beneficios ambientales incluyen la reducción de las emisiones de carbono, la minimización de la generación de residuos y la conservación de los recursos naturales. Económicamente, estas iniciativas han generado la creación de empleo, la innovación y el ahorro de costos mediante una mayor eficiencia de recursos y la reducción de residuos. Proporcionan ideas valiosas sobre el potencial y la efectividad de las prácticas de economía circular en diferentes contextos.

Lecciones aprendidas de ejemplos exitosos

Las lecciones aprendidas de estas iniciativas exitosas ofrecen valiosos consejos para otras regiones:

Colaboración y Alianzas:

Las iniciativas exitosas de la economía circular a menudo implican la colaboración entre diversos actores, incluyendo organismos gubernamentales, empresas, comunidades e instituciones de investigación. Las alianzas sólidas y los esfuerzos colectivos son cruciales para impulsar un cambio significativo.

Apoyo Político y Regulatorio:

Las políticas y regulaciones favorables desempeñan un papel fundamental en la promoción de la economía circular. Los gobiernos pueden incentivar prácticas circulares a través de incentivos fiscales, esquemas de financiamiento y políticas de adquisiciones que prioricen productos y servicios sostenibles y circulares.

Innovación e Investigación:

Abrazar la innovación y la investigación es clave para desbloquear todo el potencial de la economía circular. La inversión en investigación y desarrollo, avances tecnológicos y diseño sostenible permite el desarrollo de nuevos modelos de negocio circulares y materiales alternativos.

Conciencia y Educación del Consumidor:

Involucrar a los consumidores a través de campañas de concienciación y educación es esencial para la adopción exitosa de prácticas de economía circular. Fomentar comportamientos responsables por parte de los consumidores, promover opciones sostenibles y fomentar una cultura de reutilización y reciclaje son elementos fundamentales para lograr la circularidad.

Al analizar estos estudios de caso y adoptar las lecciones aprendidas, las comunidades, ciudades y países pueden superar desafíos, acelerar la transición hacia una economía circular y lograr beneficios tanto ambientales como económicos.

Desafíos y Direcciones Futuras

Aunque la economía circular tiene un enorme potencial para lograr objetivos de sostenibilidad, existen varios desafíos y barreras que obstaculizan su adopción generalizada. Abordar estos obstáculos es crucial para acelerar la transición hacia un modelo de economía circular:

Conciencia y Comprensión Limitadas:

Uno de los desafíos significativos es la falta de conciencia y comprensión sobre la economía circular. Muchas personas, empresas y formuladores de políticas no están completamente informados sobre sus principios y beneficios. Para superar esto, son esenciales las iniciativas educativas, las campañas de concienciación y las plataformas de intercambio de conocimientos para promover una mejor comprensión de la economía circular y su potencial.

Cadenas de Suministro Complejas:

La economía circular requiere colaboración y coordinación entre múltiples actores dentro de cadenas de suministro complejas. Integrar prácticas circulares en diferentes industrias y sectores puede ser desafiante debido a los diversos procesos, ciclos de vida de los productos y cadenas de valor. El desarrollo de cadenas de suministro transparentes y rastreables, el establecimiento de alianzas y la promoción de la colaboración entre sectores son estrategias clave para abordar este desafío.

Incentivos Económicos y Demanda del Mercado:

La transición hacia una economía circular a menudo requiere inversiones iniciales y cambios en los modelos de negocio. Sin incentivos económicos adecuados y una demanda de mercado de productos y servicios circulares, las empresas pueden dudar en invertir en prácticas circulares. Los gobiernos pueden desempeñar un papel crucial al proporcionar incentivos, crear marcos políticos favorables y fomentar la adquisición pública de productos circulares.

Marco Regulatorio y Legal:

Los marcos regulatorios y legislaciones existentes pueden no apoyar o incentivar completamente las prácticas de economía circular. Abordar barreras legales, como la clasificación de residuos, los estándares de diseño de productos y la responsabilidad ampliada del productor, es vital para permitir la transición hacia una economía circular. Los formuladores de políticas deben revisar y desarrollar regulaciones que promuevan la eficiencia de recursos, la reducción de residuos y los modelos de negocio circulares.

Innovación Tecnológica:

Los avances tecnológicos son impulsores clave de la economía circular. Sin embargo, barreras como los altos costos, la limitada escalabilidad y la infraestructura inadecuada dificultan la implementación de soluciones innovadoras. Promover la investigación y el desarrollo, apoyar la transferencia de tecnología y fomentar la colaboración entre industrias, academia e instituciones de investigación pueden impulsar la innovación tecnológica en las prácticas de economía circular.

Desafíos

Para superar estos desafíos y promover la economía circular, se pueden implementar varias estrategias y soluciones:

Participación y Colaboración de los Actores Involucrados:

Los responsables de la formulación de políticas, las empresas, la academia y la sociedad civil deben colaborar para desarrollar visiones compartidas, estrategias y hojas de ruta para la implementación de la economía circular. La participación de los actores de diversos sectores fomenta el intercambio de conocimientos, la innovación y la acción coordinada.

Apoyo Político y Regulatorio:

Los gobiernos desempeñan un papel fundamental al proporcionar marcos políticos y regulatorios que incentiven las prácticas circulares. Esto incluye establecer objetivos de reducción de residuos, implementar esquemas de responsabilidad ampliada del productor y ofrecer incentivos fiscales para modelos de negocio circulares. Las políticas claras y consistentes ayudan a crear un entorno propicio para las iniciativas de economía circular.

Educación y Desarrollo de Habilidades:

Crear capacidad y brindar capacitación sobre los principios y prácticas de la economía circular es esencial. Las instituciones educativas pueden integrar conceptos de economía circular en los planes de estudio, y los programas de formación profesional pueden dotar a las personas de las habilidades necesarias para impulsar la transición hacia una economía circular.

Diseño e Innovación Circular:

Promover principios de ecodiseño que prioricen la durabilidad, la reparabilidad y la capacidad de reciclaje de los productos puede contribuir significativamente a la circularidad. Fomentar la innovación en materiales, diseño de productos y procesos de fabricación permite el desarrollo de soluciones más sostenibles y circulares.

Conciencia del Consumidor y Cambio de Comportamiento:

Empoderar a los consumidores con información y promover patrones de consumo responsables son elementos clave de la economía circular. Campañas educativas, sistemas de etiquetado e iniciativas de concienciación pública pueden alentar a los consumidores a elegir productos con ciclos de vida más largos, favorecer las opciones de reparación y reutilización y participar en programas de reciclaje.

Los desafíos y barreras para implementar la economía circular son significativos, pero con esfuerzos conjuntos de los responsables de la formulación de políticas, las empresas y los consumidores, estos obstáculos pueden superarse. Al abordar estos desafíos y adoptar estrategias para una economía circular, podemos crear un futuro más sostenible y resiliente, donde los recursos se utilicen de manera eficiente, se minimice el desperdicio y se reduzcan los impactos ambientales.

Para avanzar:

1. Reducción del consumo de botellas de plástico: Es fundamental promover la reducción del consumo de botellas de plástico y fomentar alternativas más sostenibles, como el uso de botellas reutilizables. Esto implica concientizar a los consumidores sobre los impactos ambientales del plástico de un solo uso y promover cambios en los patrones de consumo.

2. Fomentar la innovación en reciclaje y reutilización: Es necesario invertir en tecnologías innovadoras de reciclaje y reutilización que puedan transformar las botellas de plástico en recursos valiosos. Esto incluye promover el desarrollo de infraestructuras de reciclaje eficientes y fomentar la adopción de prácticas de economía circular por parte de las empresas.

3. Colaboración entre actores clave: Para avanzar hacia una economía circular, es crucial fomentar la colaboración entre responsables de políticas, empresas, organizaciones sin fines de lucro y la sociedad civil. Trabajar juntos en la implementación de políticas, el intercambio de conocimientos y la promoción de iniciativas circulares puede acelerar el progreso hacia una economía más sostenible.

4. Educación y conciencia: Promover la educación y la conciencia sobre la importancia de la economía circular es fundamental. Esto implica proporcionar información sobre los beneficios ambientales y económicos de adoptar prácticas circulares, así como capacitar a las personas para que puedan tomar decisiones informadas y participar activamente en la economía circular.

5. Políticas y regulaciones favorables: Los gobiernos tienen un papel crucial en la promoción de la economía circular a través de políticas y regulaciones favorables. Esto incluye establecer metas y objetivos de reciclaje, implementar incentivos fiscales para las empresas que adopten prácticas circulares y promover la responsabilidad extendida del productor.

6. Promover la investigación y el desarrollo: La innovación tecnológica y la investigación son fundamentales para impulsar la economía circular. Se deben invertir recursos en la investigación y el desarrollo de tecnologías y soluciones que mejoren la eficiencia en el uso de recursos y fomenten la reutilización y el reciclaje de botellas de plástico.

Al combinar estas estrategias y trabajar de manera conjunta, podemos avanzar hacia un futuro más sostenible y reducir la cantidad de plástico de un solo uso, promoviendo una economía circular que conserve los recursos, minimice el desperdicio y proteja el medio ambiente. Cada uno de nosotros tiene un papel importante que desempeñar al tomar decisiones conscientes y apoyar iniciativas que promuevan la economía circular.

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