¿Qué agua deberías usar para preparar la taza de té perfecta? ¿Agua embotellada, agua del grifo, agua filtrada o agua destilada? En este artículo, te daremos las claves para saber cuál es la mejor agua para preparar té.
Luego del agua, el té es la bebida más consumida del mundo. Entre los factores que determinan el resultado están la temperatura, la proporción de agua y de té, el tiempo, el recipiente y la composición del agua utilizada.
¿Cómo influye el agua en el sabor?
Lo primero que debes tener en cuenta es que la calidad de cualquier agua depende de su origen (manantial, superficial, subterránea, acuíferos y desalinizada), de su tratamiento e incluso de las cañerías. Puede tener un alto/bajo contenido de minerales (lo que se conoce como agua dura o blanda) y ser clorada, ácida, alcalina, fría/caliente o metálica. También influye si es más o menos fresca. Cuando ponemos agua del grifo y la hervimos enseguida, queda más oxigenada. En cambio, cuando utilizamos agua del grifo que se ha hervido varias veces o que lleva tiempo en una jarra, el sabor puede ser insulso.
El tipo de agua influye muchísimo en su sabor. Por ejemplo, cuando el agua tiene una alta presencia de minerales y cloro, como suele pasar en muchas zonas de costa, el resultado suele ser un sabor desagradable. En cambio, el agua blanda con cloro suele tener un sabor puro.
Intuitivamente tendemos a pensar que el agua pura, como el agua destilada, con pocos minerales o filtrada con ósmosis, tendrá un mejor sabor. Nos parece que el agua pura tendría que ser la mejor o la menos mala en términos de sabor, pero en la mayoría de catas a ciegas la conclusión es justo lo contrario. La mayoría prefiere el agua de mineralización media o alta.
¿Qué tipo de agua da un mejor sabor al té?
Un estudio reciente realizado por investigadores del Sensory Evaluation Center de la Universidad de Cornell descubrió que la gente suele preferir el té verde preparado con agua del grifo. El agua del grifo utilizada en esta prueba tenía una mineralización media (120 TDS) con unos 0,5 mg de cloro por litro. Según el estudio, el té verde tenía un sabor menos amargo (y más dulce) al prepararse con agua del grifo que cuando se preparaba con agua embotellada o agua filtrada con equipos de ósmosis inversa (en ambos casos con una mineralización más baja).
Para complicar un poco más las cosas, el sabor también varía en función de la combinación del tipo de té y el agua. Por ejemplo, el té negro preparado con agua del grifo tenía un sabor más terroso, mientras que si se utilizaba agua embotellada el sabor era más plano.
¿Cuáles son los atributos del agua del grifo que influyen en el sabor del té?
1. Minerales
La cantidad de minerales presentes en el agua es determinante para el sabor, sobre todo el carbonato cálcico, pero también el magnesio, el sodio, el potasio y el fósforo. Un alto contenido de minerales hace que el agua sea dura y aumenta la probabilidad de presencia de cal.
Al usar agua dura, el té suele quedar más oscuro y denso, mientras que si se utiliza agua blanda, el té es más ligero. La diferencia no solo se nota en el sabor, sino también en la vista. Cuando la dureza del agua es demasiado baja (por debajo de los 20-40 ppm), el té es amargo y astringente, y puede faltarle color.
Una taza de té preparada con agua destilada es un auténtico desastre (véase más abajo). Aunque su pH puede ser bueno, es lo contrario a un agua dura porque no tiene minerales y el resultado es absolutamente insípido. En nuestra cata a ciegas, observamos que el mejor sabor se obtenía con un contenido de minerales de 60-120 mg/l (en su mayoría calcio y magnesio).
Si nos fijamos en el parámetro de TDS (que mide la cantidad total de minerales), el intervalo ideal suele ser de 100-300, aunque la gente suele considerar que el sabor es bueno con un valor de hasta 600.
2. pH – ¿Agua ácida o alcalina para el té?
El nivel de pH del agua influye en el sabor del té. El agua pura es totalmente neutral, con un pH de 7, mientras que un zumo de limón ácido tiene un pH de 2. El pH del agua del grifo suele oscilar entre 6,5 y 9,5. El agua más dura y con más minerales suele presentar un pH más alto.
Idealmente, el agua usada para preparar té debe ser neutra con un pH cercano a 7. El agua alcalina mineralizada suele dar como resultado un té insulso, en donde se perciben menos los aromas de las hojas de té. Por otra parte, el agua alcalina aumenta el poder antioxidante del té.
3. Agua recién servida o de días
Para disfrutar de una taza de té perfecta, tienes que usar agua recién servida. Nada de encender la tetera y recalentar el agua que lleva horas o días allí. El primer paso tiene que ser llenarla con agua fresca. El motivo es que se obtiene el máximo sabor de las hojas de té al utilizar agua con mucho oxígeno.
4. Otros atributos
Hay que evitar el azufre, el cloro y una presencia excesiva de sodio, ya que puede conferir un sabor salado a tu té. En cambio, minerales como el magnesio y el calcio pueden potenciar el sabor del té. ¿Dónde podemos conseguir este tipo de agua neutra y oxidada con la cantidad justa de minerales? Te lo contamos a continuación.
¿Cuál es la mejor agua para el té? ¿Embotellada, del grifo o filtrada?
Existen muchas opciones cuando se trata de agua potable y la decisión final depende de las preferencias personales. Sin embargo, cada opción tiene sus ventajas y desventajas.
Agua del grifo
El agua del grifo puede ayudarte a preparar un buen té o no. El principal problema suele ser el cloro, seguido por la cal y los metales pesados. Si tienes dudas sobre la calidad de tu agua del grifo, solicita un informe a tu compañía de agua o, si vives en España, consulta nuestra base de datos sobre la calidad del agua del grifo en distintas ciudades.
Agua embotellada
Aquí también hay de todo. En la mayoría de los casos, el agua embotellada tiene minerales, pero su contenido varía mucho. Te recomendamos que compres una marca con 40-120 mg de calcio y otros minerales por litro y que tenga un pH lo más neutro posible. Si preparas tu té con agua embotellada, es posible que notes un cierto sabor a plástico.
Desde el punto de vista de la salud, el agua embotellada es un engaño. Existen pruebas concluyentes de que el agua embotellada no es saludable. Varios estudios han encontrado microplásticos, ftalatos y hormonas en el agua embotellada.
Por último, es preferible evitar el agua embotellada por cuestiones ambientales. Aunque recicles el plástico, la contaminación y la huella de CO2 no pueden justificarse cuando hay alternativas mucho mejores.
A no ser que tu agua del grifo tenga un sabor fantástico, esta es la mejor opción.
Un filtro de carbón activado como EcoPro o EcoPro Compact puede darte excelente resultado. Esto es así ya que que elimina los principales causantes del mal sabor (cloro, cal, metales pesados, etc). También elimina compuestos orgánicos volátiles, el parásito giardia y cualquier otra cosa que perjudique el sabor.
Si tu agua es muy dura, merece la pena valorar otras opciones, como el intercambio iónico o un filtro de agua de ósmosis inversa. Sin embargo, ten en cuenta que el resultado será una taza de té insulsa, al igual que ocurre al usar agua destilada o agua “pura”, porque no contiene suficientes minerales.
Agua destilada
De primeras, parecería que el agua destilada es la mejor opción. Casi no presenta minerales disueltos y es el agua más pura a la que puede aspirar cualquier amante del té. Sin embargo, el agua destilada tiene un sabor insulso, por lo que el resultado será una taza de té aburrida y sin chispa.
No uses agua del grifo caliente
Al preguntarle a algunos clientes qué agua utilizaban para preparar té, fueron varios los que nos dijeron que utilizaban agua del grifo filtrada caliente para que hirviera antes en la tetera. Mejor no hacerlo. Cuando filtras agua del grifo caliente, puedes dañar el recambio de carbón activado que se encuentra dentro del filtro. Lo recomendable es que filtres tu agua del grifo fría/del tiempo y, luego, la calientes. Eso sí, puedes utilizar el agua caliente (sin filtrar) para lavar los platos.
Temperatura recomendada
Té blanco: 76 °C, 1–2 min de infusión.
Té verde: 76–82 °C, 1–3 min de infusión.
Té negro: 97–100 °C, 3–5 min de infusión.
Conclusiones
– Utiliza agua del grifo o agua del grifo filtrada si puedes.
– Un filtro de agua como EcoPro o EcoPro Compact mejorarán el sabor de tu té, ya que eliminan el cloro y otras sustancias que causan el mal sabor.
– Evita el agua embotellada porque empeora el sabor, no es lo mejor para tu salud y contamina el planeta.
– Evita el agua destilada o de mineralización muy baja. De lo contrario, obtendrás como resultado un té insípido.
En cuanto a los atributos de la calidad del agua, deberían oscilar entre estas cifras:
– Dureza: 40-120 ppm es ideal (4-8 dH). El agua dura puede restar sabor.
– Total de sólidos disueltos (TDS): 100–300 ppm.
– PH: neutro (entre 6–8). El té será un poco más ácido con un pH de 4,5–6.
– Cloro: lo más cerca a 0 posible.
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