drink or cook with hot water from boiler

¿Se puede beber o cocinar con agua caliente del grifo en casa?

¿Puedo beber o cocinar con agua caliente del grifo? ¿Cuáles son los posibles problemas al utilizar agua caliente en casa procedente de la caldera?

Muchas personas se preguntan si es seguro beber o cocinar con agua caliente del grifo, especialmente cuando necesitan agua caliente rápidamente y no quieren esperar a que llegue la tetera o la estufa. Sin embargo, usar agua caliente del grifo para beber o cocinar puede no ser una buena idea, ya que puede presentar algunos riesgos para la salud y afectar el sabor y la calidad de los alimentos. En este artículo, explicaremos de dónde proviene el agua caliente del grifo, por qué puede no ser segura para beber, qué contaminantes puede contener y por qué no debes cocinar con ella.

¿De dónde viene el agua caliente del grifo?

No es lo mismo agua caliente del grifo que agua fría del grifo calentada. El agua caliente del grifo proviene de una fuente separada, generalmente un calentador de agua o una caldera, que almacena y calienta agua para uso doméstico. Dependiendo del tipo y antigüedad del calentador de agua o caldera, el agua puede calentarse con electricidad, gas, petróleo o energía solar. El calentador de agua o caldera también puede tener tanque o no tener tanque, lo que significa que calienta agua según demanda.

En algunos edificios o ciudades más grandes, el agua caliente del grifo puede provenir de un sistema de calefacción central que distribuye agua caliente a varias unidades o edificios. Este sistema puede utilizar una caldera grande, una bomba de calor, una fuente geotérmica o una planta de cogeneración para calentar el agua. Luego, el agua puede almacenarse en un tanque grande o circular a través de una red de tuberías .

¿Por qué no es seguro beber el agua del grifo del calentador de agua o de la caldera?

El agua del grifo del calentador de agua o de la caldera puede no ser potable por varias razones. Primero, es posible que el agua no sea tratada o filtrada tan bien como el agua fría del grifo, lo que significa que puede contener más bacterias, virus, parásitos u otros microorganismos que pueden causar enfermedades. En segundo lugar, el agua puede estar expuesta a temperaturas y presiones más altas, lo que puede filtrar metales, productos químicos o minerales de las tuberías, accesorios o del calentador de agua o la caldera. Estos contaminantes pueden acumularse en el agua con el tiempo y afectar su sabor, olor, color y seguridad. En tercer lugar, el agua puede estancarse en el tanque o en las tuberías, especialmente si el calentador o caldera no se usa con frecuencia o está configurado a baja temperatura. Esto puede crear un ambiente favorable para el crecimiento de bacterias dañinas, como la Legionella, que puede causar una infección pulmonar grave llamada enfermedad del legionario.

El agua del grifo procedente del sistema de calefacción central tampoco puede ser potable por motivos similares. Además, el agua se puede mezclar con aditivos, como inhibidores de corrosión, agentes anticongelantes o biocidas, que se utilizan para proteger el sistema de daños o contaminación. Estos aditivos pueden no ser aptos para el consumo humano y pueden tener efectos adversos para la salud.

 

¿Qué contaminantes puede contener el agua caliente del termo o caldera?

El agua caliente del calentador de agua o caldera puede contener varios contaminantes, según la fuente y la calidad del agua, el tipo y condición del sistema de plomería y la configuración y el mantenimiento del calentador de agua o caldera. Algunos de los contaminantes comunes que se pueden encontrar en el agua caliente son:

- Plomo : El plomo es un metal tóxico que puede provocar daños en el cerebro, el sistema nervioso, los riñones y las células sanguíneas. El plomo puede filtrarse de tuberías, soldaduras, grifos o accesorios viejos que contienen plomo, especialmente cuando el agua es ácida o caliente. La EPA dice que no existe un nivel seguro de plomo y recomienda que el nivel de plomo en el agua potable sea inferior a 15 partes por mil millones (ppb).

- Cobre: ​​El cobre es un metal esencial para la salud humana, pero demasiado cobre puede provocar náuseas, vómitos, diarrea, calambres estomacales, daño hepático e insuficiencia renal. El cobre puede filtrarse de tuberías, accesorios o válvulas de cobre, especialmente cuando el agua es ácida o caliente. La EPA recomienda que el nivel de cobre en el agua potable sea inferior a 1,3 partes por millón (ppm).

- Hierro: El hierro es un metal que también es esencial para la salud humana, pero demasiado hierro puede causar malestar estomacal, estreñimiento o hemocromatosis, una condición que hace que el exceso de hierro se acumule en los órganos. El hierro puede filtrarse de tuberías, tanques o calentadores de agua de hierro, especialmente cuando el agua es ácida o caliente. La EPA recomienda que el nivel de hierro en el agua potable sea inferior a 0,3 ppm.

- Manganeso: El manganeso es un metal que también es esencial para la salud humana, pero demasiado manganeso puede causar problemas neurológicos, como temblores, espasmos musculares o síntomas similares al Parkinson. El manganeso puede filtrarse de tuberías, tanques o calentadores de agua de manganeso, especialmente cuando el agua es ácida o caliente. La EPA recomienda que el nivel de manganeso en el agua potable sea inferior a 0,05 ppm.

- Zinc: El zinc es un metal que también es esencial para la salud humana, pero demasiado zinc puede provocar náuseas, vómitos, diarrea o una función inmune reducida. El zinc puede filtrarse de las tuberías, accesorios o calentadores de agua de zinc, especialmente cuando el agua es ácida o caliente. La EPA recomienda que el nivel de zinc en el agua potable sea inferior a 5 ppm.

- Cloro : El cloro es una sustancia química que se utiliza para desinfectar el agua y matar bacterias y otros patógenos. Sin embargo, el cloro también puede reaccionar con la materia orgánica del agua y formar subproductos de la desinfección, como trihalometanos (THM) y ácidos haloacéticos (HAA), que pueden causar cáncer, daño hepático o problemas reproductivos. El cloro también puede evaporarse del agua caliente y causar irritación en los ojos, la nariz, la garganta o la piel. La EPA recomienda que el nivel de cloro en el agua potable sea inferior a 4 ppm y que los niveles de THM y HAA sean inferiores a 0,08 ppm y 0,06 ppm, respectivamente.

- Nitratos: Los nitratos son compuestos que se forman a partir de la descomposición de sustancias que contienen nitrógeno, como fertilizantes, desechos animales o aguas residuales. Los nitratos pueden contaminar el agua procedente de escorrentías agrícolas, sistemas sépticos o residuos industriales. Los nitratos pueden causar metahemoglobinemia, una condición que reduce la capacidad de la sangre para transportar oxígeno, o la formación de nitrosaminas, un proceso que convierte los nitratos en compuestos cancerígenos. Los nitratos también pueden interferir con la función tiroidea y provocar bocio o hipotiroidismo. La EPA recomienda que el nivel de nitrato en el agua potable sea inferior a 10 ppm.

- Arsénico: El arsénico es un metaloide que está presente de forma natural en algunas rocas y suelos. El arsénico puede contaminar el agua por actividades mineras, de fundición o industriales, o por la erosión de depósitos naturales. El arsénico puede provocar lesiones cutáneas, cáncer, enfermedades cardiovasculares, diabetes o problemas neurológicos. La EPA recomienda que el nivel de arsénico en el agua potable sea inferior a 10 ppb.

- Radón: El radón es un gas radiactivo que se forma a partir de la desintegración del uranio y el radio en la corteza terrestre. El radón puede contaminar el agua de las fuentes subterráneas o de las grietas de las tuberías o del calentador de agua. El radón puede causar cáncer de pulmón, especialmente cuando se inhala del aire o del vapor. La EPA recomienda que el nivel de radón en el agua potable sea inferior a 4000 pCi/L.

El agua caliente del sistema de calefacción central puede contener algunos de los mismos contaminantes que el agua del calentador de agua o caldera, así como algunos adicionales, como:

- Agentes anticongelantes: Los agentes anticongelantes son productos químicos que se añaden al agua para evitar que se congele en climas fríos. Algunos agentes anticongelantes comunes son el etilenglicol, el propilenglicol o el metanol. Los agentes anticongelantes pueden ser tóxicos para humanos y animales y provocar síntomas como náuseas, vómitos, dolor de cabeza, mareos, coma o la muerte. Los agentes anticongelantes también pueden dañar los riñones, el hígado o el sistema nervioso. La EPA no tiene una norma específica para los agentes anticongelantes en el agua potable, pero aconseja evitarlos o minimizarlos.

- Inhibidores de corrosión: Los inhibidores de corrosión son productos químicos que se agregan al agua para proteger las tuberías, los accesorios o el calentador de agua contra la oxidación o la corrosión. Algunos inhibidores de corrosión comunes son los fosfatos, silicatos o polifosfatos. Los inhibidores de corrosión pueden ser inofensivos o beneficiosos para los humanos, ya que pueden prevenir la lixiviación de metales o minerales del sistema de plomería. Sin embargo, algunos inhibidores de corrosión también pueden provocar incrustaciones, obstrucciones o reducción del flujo de agua. La EPA no tiene una norma específica para los inhibidores de corrosión en el agua potable, pero recomienda que se utilicen de manera adecuada y se controlen periódicamente.

- Biocidas: Los biocidas son productos químicos que se añaden al agua para matar o inhibir el crecimiento de bacterias, algas, hongos u otros microorganismos que pueden contaminar el sistema o provocar la formación de biopelículas. Algunos biocidas comunes son compuestos de cloro, bromo, yodo o amonio cuaternario. Los biocidas pueden ser eficaces o necesarios para prevenir la propagación de enfermedades o infecciones, como la enfermedad del legionario. Sin embargo, algunos biocidas también pueden ser dañinos o irritantes para los humanos, provocando síntomas como erupciones cutáneas, irritación ocular, problemas respiratorios o reacciones alérgicas. Los biocidas también pueden reaccionar con otras sustancias en el agua y formar subproductos tóxicos o cancerígenos. La EPA no tiene una norma específica para los biocidas en el agua potable, pero recomienda que se utilicen con moderación y seguridad.

Nota: Utilizamos la EPA (Agencia de Protección Ambiental) de EE. UU. como referencia para los límites de contaminantes del agua, pero la UE y la OMS ofrecen orientación similar.


¿Por qué no se puede cocinar con agua caliente?

No se recomienda cocinar con agua caliente, ya que puede afectar el sabor y la calidad de tus alimentos, así como tu salud. Algunas de las razones por las que no debes cocinar con agua caliente son:

- El agua caliente puede contener más contaminantes que el agua fría, como hemos comentado anteriormente. Estos contaminantes pueden alterar el sabor, el color, la textura o el valor nutricional de los alimentos, o causar intoxicación alimentaria u otras enfermedades. Por ejemplo, el agua caliente puede hacer que el té o el café tengan un sabor amargo o metálico, que el arroz o la pasta se vuelvan blandos o pegajosos, o que las verduras pierdan su color o sus vitaminas.

- Es posible que el agua caliente no esté lo suficientemente caliente como para matar todas las bacterias o patógenos que puedan estar presentes en el agua o en los alimentos. Esto puede aumentar el riesgo de infecciones transmitidas por los alimentos, especialmente en el caso de alimentos crudos o poco cocidos, como huevos, carne, aves o mariscos. La FDA recomienda que la temperatura del agua para cocinar sea de al menos 71 °C ( 160 °F) para la mayoría de los alimentos y 74 °C ( 165 °F) para las aves.

- El agua caliente puede no estar hirviendo cuando sale del grifo, aunque parezca estar humeando. Esto puede afectar el tiempo de cocción y el grado de cocción de los alimentos, así como la seguridad de los mismos.

Datos curiosos sobre cocinar con agua caliente del grifo

El agua caliente del grifo arruina tu pasta

- ¿Sabías que usar agua caliente del grifo para hacer pasta puede hacer que quede blanda o pegajosa? Esto se debe a que el agua caliente puede disolver más almidón de la pasta que el agua fría, lo que da como resultado una textura gomosa. Para evitarlo, siempre conviene utilizar agua fría para hervir la pasta y añadir un poco de sal para evitar que la pasta se pegue. ⁴⁴

Gwyneth Paltrow ( Actriz y gurú del estilo de vida) cocina con agua caliente del grifo

En un vídeo publicado en su canal de YouTube en 2019, Paltrow muestra cómo hacer una sopa de champiñones vegana con agua caliente del grifo. Dice que usa agua caliente porque ahorra tiempo y energía, y que no se preocupa por la calidad del agua porque tiene un filtro. Sin embargo, algunos espectadores la criticaron por usar agua caliente del grifo, diciendo que no es segura ni saludable.

Conclusión sobre por qué no se debe utilizar agua caliente del grifo para beber o cocinar

En conclusión, beber o cocinar con agua caliente del grifo no es una buena idea, ya que puede suponer algunos riesgos para la salud y afectar el sabor y la calidad de los alimentos. El agua caliente del grifo puede provenir de un calentador de agua o una caldera, o de un sistema de calefacción central, que puede no tratar ni filtrar el agua tan bien como el agua fría del grifo.

El agua caliente del grifo también puede contener más contaminantes, como metales, productos químicos, minerales o microorganismos, que pueden filtrarse del sistema de plomería o del calentador de agua o la caldera, o agregarse al agua para proteger el sistema de daños o contaminación. Estos contaminantes pueden acumularse en el agua con el tiempo y afectar su seguridad, sabor, olor, color y valor nutricional.

Es posible que el agua caliente del grifo tampoco esté lo suficientemente caliente o hirviendo para matar todas las bacterias o patógenos que puedan estar presentes en el agua o los alimentos, lo que aumenta el riesgo de infecciones transmitidas por los alimentos.

Por lo tanto, siempre es más seguro utilizar agua fría del grifo para beber o cocinar y calentarla hasta la temperatura adecuada utilizando una tetera, una estufa, un microondas o una cocina. De esta manera, podrá asegurarse de que el agua sea segura, limpia y adecuada para sus necesidades.

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