Tienes un descalcificador instalado, el agua parece más suave... pero, ¿aún te preocupa lo que toca tu piel al ducharte? Quizás te has preguntado: ¿realmente necesito un filtro de ducha si ya tengo descalcificador en casa? La respuesta no es tan simple como un sí o un no.
En este artículo vamos a explicarte con claridad qué hace cada dispositivo, cuándo se complementan y cuándo no hace falta añadir un filtro extra. Si estás a punto de comprar uno y tienes dudas, esto te interesa.
Qué hace un descalcificador y qué hace un filtro de ducha
Antes de decidir, es clave saber la función de cada uno:
Descalcificador: su objetivo principal es eliminar la cal del agua. Lo hace reemplazando los minerales responsables de la dureza (calcio y magnesio) por sodio. El resultado: menos cal en las tuberías, electrodomésticos más duraderos y ropa más suave al lavar.
Filtro de ducha: como el ShowerPro Diamond de Tapp Water, va un paso más allá. Filtra otras impurezas además de la cal, como:
- Cloro
- Metales pesados (como plomo o níquel)
- Arena o sedimentos
- Compuestos orgánicos volátiles
- Microplásticos
Es decir, mientras el descalcificador protege tus instalaciones, el filtro de ducha protege tu piel, cabello y salud.
¿Por qué podría interesarte usar un filtro de ducha aunque tengas descalcificador?
Porque el descalcificador no elimina todo lo que puede estar presente en el agua. Aquí te damos algunas razones:
- Tu piel sigue seca o irritada después de la ducha.
- El descalcificador no filtra el cloro ni los subproductos del tratamiento del agua.
- Si tienes dermatitis, piel sensible o cabello teñido, notarás la diferencia al usar un filtro de ducha.
- Algunos descalcificadores añaden sodio al agua, y un buen filtro puede reducir ese exceso.
Además, el filtro de ducha mejora el olor y sabor del agua, algo que agradecerás especialmente si usas el agua de la ducha también para lavar el rostro.
¿En qué casos no sería necesario añadir el filtro de ducha?
Puede que no lo necesites si:
- Vives en una zona con agua muy blanda y ya descalcificada.
- Tienes un sistema de filtración central avanzada, que elimina cloro y metales pesados en toda la casa.
- No tienes problemas en la piel ni sensibilidad al agua.
Aun así, muchas personas que creían no necesitarlo notaron mejoras tras instalar uno. Es un añadido que marca la diferencia en tu experiencia diaria.
Conclusión práctica: descalcificador y filtro de ducha, ¿se complementan?
Sí, y mucho. Son tecnologías distintas que resuelven problemas diferentes. Si ya has invertido en un descalcificador, añadir un filtro de ducha como ShowerPro Diamond es la forma más completa de cuidar tu salud y bienestar en casa.
Piénsalo así:
- El descalcificador cuida de tus tuberías.
- El filtro de ducha cuida de ti.
Ambos dispositivos se complementan, no se excluyen. Y si eliges un modelo como los de Tapp Water, tendrás una solución sin instalaciones complicadas y con recambios sencillos.
